Me temo que estamos asistiendo a una revolución con pros y contras, es como cuando se dejó de hablar Latín para pasar a los dialectos que de él salieron. De golpe y porrazo empezamos a entender peor tanto las sagradas escrituras como lo que se sabía de ciencia hasta ese momento. Con el griego y la medicina también.
Los nuevos medios cambian la forma de pensar y nos hacen tener memoria de pez. El aprender con un libro puede ser, o anacrónico o una ventaja competitiva de la leche. No sabemos como va a evolucionar el cerebro humano. Somos más capaces, pero ¿somos más profundos?